Los personajes de Francisco Ibáñez

Hoy toca en este humilde rincón,  rendir un sentido homenaje a un talento inigualable que ha dejado una huella imborrable en la historia del arte secuencial. Con el reciente fallecimiento de Francisco Ibáñez, el genio detrás de innumerables personajes que conquistaron nuestra imaginación, es momento de recordar y celebrar su legado. Permítanme compartir con ustedes mi conexión personal con sus obras, que acompañaron mi niñez, juventud y adolescencia. Cuando era niño, los cómics de Francisco Ibáñez eran mis tesoros más preciados. Me sumergía en sus páginas llenas de humor inteligente y travesuras sin fin. Cada personaje que creó tenía una personalidad única y una forma especial de hacerme reír. Permítanme recordarles algunos de ellos:

• Mortadelo y Filemón: Estos agentes de la T.I.A. se convirtieron en los héroes de mis aventuras imaginarias. Con su torpeza y habilidades camaleónicas, siempre me hacían estallar de risa mientras resolvían misiones imposibles.  Personificaban la amistad y la perseverancia, demostrándome que incluso en situaciones complicadas, el ingenio puede triunfar.
• Zipi y Zape: Los hermanos traviesos y rebeldes que vivían emocionantes aventuras en el colegio siempre despertaron mi espíritu aventurero. Su valentía y su amor por la libertad me inspiraron a ser intrépido y a desafiar los límites establecidos. A través de ellos, Francisco Ibáñez transmitió la importancia de la amistad y la importancia de ser auténtico.
• La familia Cebolleta: Esta peculiar familia, compuesta por el padre, la madre, sus hijos y la abuela, me enseñó la importancia de valorar y respetar a nuestros seres queridos. Sus ocurrencias y diálogos hilarantes capturaban la esencia de la vida cotidiana, mostrándonos que el humor se encuentra en las situaciones más simples.
• Rompetechos: Con su inconfundible aspecto, este personaje miope y torpe me hizo descubrir el lado cómico de la vida cotidiana. A través de sus peripecias, nos recordaba la importancia de no tomarnos demasiado en serio y encontrar la risa en nuestras propias desventuras.  Lo digo abiertamente, mi personaje favorito.  Me hizo sonreír mucho, a veces incluso me creó una risa sonora.
• 13 Rue del Percebe: ¡No puedo olvidar mencionar a los residentes de este edificio tan peculiar! Cada apartamento albergaba personajes únicos con sus propias historias cómicas. Desde la portera, pasando por la vecina chismosa, hasta el científico loco, cada rincón de “13 Rue del Percebe” estaba lleno de situaciones divertidas y sorpresivas. En esta ocasión nos mostró cómo, a pesar de nuestras diferencias, la convivencia puede ser una fuente inagotable de humor y aprendizaje.

Recuerdo que cada domingo, buscaba en el quiosco de García un tebeo de estos personajes. Por eso, al enterarme de su muerte, la semana pasada, pensé que el próximo post se lo debía a él. A él, que tanto me hizo reír y sonreír.

Con su marcha, perdemos a un maestro de la comedia y la imaginación, pero su legado perdurará por siempre.  Sus personajes se han convertido en amigos entrañables para generaciones enteras. Nos enseñaron la importancia de la amistad, la valentía, la familia y el humor como herramientas para enfrentar los desafíos de la vida.  ¡Gracias maestro!

Te toca a ti:

¿Qué personaje te gustaba más? ¿Nos cita alguno que se me haya “escapado”?

Como siempre, gracias por acompañarnos en esta especie de “13 Rue del Percebe” donde nos acercamos a leer, y a dar nuestra opinión sobre temas literarios.

Lo dicho, gracias mil.

Diego Santos Márquez.