Un Viaje Entre la Realidad y la Ficción.
La lectura es un pasaporte sin restricciones que nos permite viajar sin movernos del lugar, llevándonos de la mano a descubrir sitios inimaginados. Algunos de estos son pura ficción, creados desde la más profunda imaginación de los autores, mientras que otros existen en nuestro mundo, esperando ser descubiertos. Hoy, nos embarcamos en un viaje literario para explorar algunos de estos espacios mágicos, reales e imaginarios, que han cobrado vida a través de las páginas de los libros.
– En “El Alquimista” de Paulo Coelho: Esta obra nos invita a recorrer Tánger y a soñar con las lejanas pirámides de Egipto, siguiendo los pasos de un pastor en busca de un tesoro oculto. Más que un lugar, Tánger se convierte en el inicio de una búsqueda espiritual que nos inspira a perseguir nuestros propios sueños.
– En “El señor de los anillos” de J.R.R. Tolkien: Aunque la Comarca, con su Hobbton, sea un invento de Tolkien, Nueva Zelanda, con sus verdes colinas, nos ha dado la posibilidad de caminar por estos paisajes como si fuéramos parte del mundo del anillo. Un viaje a Hobbton es un sueño hecho realidad para los fans de esta saga.
– En “Romeo y Julieta” de William Shakespeare: Verona, con su balcón de Julieta, nos invita a revivir el romance trágico más famoso de la literatura. Aunque los personajes sean ficticios, el escenario es tan real como el amor que miles de visitantes celebran allí cada año.
– En “Don Quijote de la Mancha” de Miguel de Cervantes: Los molinos de viento en La Mancha nos recuerdan la valentía (y locura) de Don Quijote, convirtiéndose en un símbolo de las aventuras y desventuras del caballero errante y su fiel escudero, Sancho Panza.
– En “El Código Da Vinci” de Dan Brown: El Louvre, con sus incontables obras de arte, se transforma bajo la pluma de Dan Brown en un enigma por resolver, atrayendo a curiosos que buscan descifrar sus misterios, igual que Robert Langdon.
– En “Cien años de soledad” de Gabriel García Márquez: Macondo, aunque ficticio, ha llevado a muchos a buscar en Aracataca, la tierra natal de García Márquez en Colombia, ecos de esta mítica localidad, rodeada de bananeras y el realismo mágico.
Y ahora, permitidme llevaros a un rincón especial de España, no salido de las páginas de un libro, pero sí impregnado de literatura: Urueña, en Valladolid. Este pequeño municipio, conocido como la Villa del Libro, es un paraíso para los amantes de la lectura, con más librerías que bares, y un ambiente que respira cultura en cada rincón. Urueña no solo es un destino para los bibliófilos, sino también un testimonio de cómo los libros pueden dar vida a un lugar, haciéndolo destino de peregrinación para los amantes de las letras.
Invitación a la Conversación y Agradecimientos
¿Has tenido la oportunidad de visitar alguno de estos lugares impregnados de literatura? ¿Conoces otros rincones del mundo que hayan sido marcados por la pluma de un escritor? ¿Habías oído hablar de Urueña y su singular encanto?
Como siempre, os agradezco profundamente vuestra compañía en este viaje a través de las palabras. Vuestros comentarios y experiencias enriquecen nuestro mundo tanto como los libros que amamos. Os invito a compartir vuestros propios viajes literarios y a seguir explorando, leyendo y soñando. ¡Mil gracias!
Diego Santos Márquez
Posdata: Si quieres ver mis entrevistas, mis videos o adquirir cualquiera de mis libros solo tienes que ir a este lugar.
12 Comments
Se me viene a la cabeza un personaje ficticio, pero siempre muy presente como es la señora Dulcinea, y el sitio real como El Toboso.
Buen domingo,
“De la ciudad moruna
tras las murallas viejas,
yo contemplo la tarde silenciosa,
a solas con mi sombra y con mi pena”
Como lugar mágico, pienso en Baeza que no sería la misma sin Antonio Machado. Todavía resuenan los versos más tristes por las calles estrechas y empedradas, por las que lloraba a su mujer de dieciocho años recien enterrada. Cuando contemplas los campos de olivares y esos caminos por donde paseó la pena, ves que quedó para siempre impregnada en ellos la sombra y amargura del poeta. Y en su escuela, en el aula museo que tan bien se conserva, aún se huele la humedad, el frio y la soledad del maestro.
Feliz domingo
Gracias Carmen. ¡Un abrazo!
Gracias amigo Juan José. Sin lugar a dudas, La Mancha es un lugar literario. ¡Un abrazo!
En mis novelas me gusta inventar lugares, inspirados en otros que son reales con lo que tuve una relación intensa
Gracias amigo Paco. ¡Un abrazo!
Hay una Novela que me gustó mucho, sorpresas te da la vida que está ambientada en Santander y Santillana del mar,sin duda dos ciudades preciosas donde soñar, feliz domingo!
Gracias Helena. Me suena esa novela. ¡Un abrazo!
De la ciudad moruna
tras las murallas viejas,
yo contemplo la tarde silenciosa,
a solas con mi sombra y con mi pena.
Pienso en Baeza, no sería la misma sin Antonio Machado. Todavía resuenan los versos más tristes por las calles estrechas y empedradas, por donde lloraba a su mujer de 18 años recien enterrada. Es un lugar mágico. Cuando contemplas los campos de olivares y esos caminos por donde paseó la pena, ves que quedó para siempre impregnada su sombra. Y en su escuela, en el aula museo que tan bien se conserva, aún se huele la humedad, el frio y la soledad del maestro.
Feliz domingo!
Gracias Carmen. Bonita aportación. ¡Un abrazo!
He leído tantas novelas cuya acción transcurre en la ciudad de Nueva York, que cuando tuve la oportunidad de visitarla, cada lugar me recordaba alguna de ellas. Quizás recuerdo con especial emoción ” Little Italy”, donde se desarrolla parte de “El Padrino”, la novela de Mario Puzo. Un saludo.
Gracias Mercedes. ¡Un abrazo!
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