Las Bibliotecas Públicas.

Quiero romper una lanza por esos templos de la lectura que son las Bibliotecas Públicas. Esos lugares que han visto pasar el tiempo, las personas y sobreviven, aunque bien es cierto, con dificultad.
Espacio donde hemos leído, hemos buscado ese libro que no teníamos la posibilidad de adquirir por los distintos motivos que van surgiendo a lo largo de nuestras vidas. Habitación que ha ido acogiendo a adolescentes y menores, donde podían hacer sus deberes escolares y estudiar para los exámenes que se acercaba, cuando en casa no era posible. ¡Cuántas personas hemos tenido en esos lugares, esos momentos con nosotros mismos, esos instantes de intimidad!

Han dado “hogar” a los Clubes de Lecturas, encontrando en ella el sitio donde reunirse, hablar de libros, pero sobretodo donde han disfrutado comentando lectura y conviviendo con otras personas.
Y sabéis que siguen siendo solidarias. Las bibliotecas públicas siempre al lado de “la gente”. En los momentos difíciles y ahora en estos tiempos, se han convertido en el sitio donde se pueden imprimir los trabajos escolares, donde se busca información en las redes, donde conectarse a internet es posible para algunas personas.

Podíamos decir, sin que parezca muy exagerado, que se han comportado como “unos buenos padres”. ¿Y nosotros, con ella? Cuando dejamos de estudiar, también la dejamos a ellas. Ya no la visitamos con la misma asiduidad de antes, hasta hay quien deja de pisar por allí, olvidándose por completo que existen.

Al principio de este texto, hablaba de romper una lanza, creo que es más justo pedir nuestra solidaridad con ellas. Solicitarle a los responsables políticos o a quién corresponda, que “alimenten” las bibliotecas. Sí, con títulos nuevos, que sean actuales y que se pueden encontrar en las librerías. No hay que olvidar, que sigue habiendo gente que no puede comprar los libros que quisieran, ni tienen un lugar de estudio y consulta. Digo libros actuales, sin menospreciar a los clásicos que tanto nos han aportado. Pero, de una vez, acerquemos las bibliotecas públicas a la calle.

También nos educa, un ejemplo de ello es un evento que se celebra cada año en la biblioteca pública de mi municipio, donde puedes llevarte “un libro invisible”. Sí, te invitan a llevarte un libro, envuelto en una caja, sin conocer su portada, autor, contenido, genero… Y luego, en casas “te enfrentas a él”. Seguro que te sorprenderá, y posiblemente no sería el libro que hubieses elegido, y quizá acabe incluso gustándote. Bien es sabido, que la condición humana se acostumbra a juzgar con demasiada alegría, y hasta un libro nos puede caer bien o mal por su formato, portada, psinosis…

Se me ocurre, ahora que voy acabando el post, que me gustaría que si tenéis ocasión, os paséis por uno de esos templos. Le giréis una visita, veáis las condiciones en que están, y también el contenido de libros que tienen. Seguro que vuestra visita les vendrá muy bien.
Y antes de acabar y hacer las preguntas habituales de cada semana, mandarles un guiño de complicidad a los bibliotecarios y bibliotecarias, encargadas de cuidar y mantener esos templos.

¿Cuándo fue la última visita que visitaste una biblioteca?
¿Y el último libro que te llevaste en préstamo?
¿Qué crees que le haría falta a las bibliotecas públicas, para seguir siendo ese espacio necesario para nuestra formación?

Como siempre, agradecer vuestra estancia por este blog. Eso sí, si comentáis el calor llega aún mejor. ¡Gracias!

Diego Santos Márquez

16 Comments

  • José Gómez García Posted 9 de mayo de 2021 12:41

    Las bibliotecas siempre han sido los templos de la sabiduría, aunque hoy esté denostado por internet, que muchas veces en vez de aportarte sabiduría te aportan falsedades, en mi caso suelo acudir poco a la biblioteca cuando lo hago es cuando tenemos las reuniones del club de lectura como bien sabe el compañero Diego. Aunque a causa de la pandemia llevemos bastante tiempo sin acudir a estás.

    • Diego Santos Márquez Posted 9 de mayo de 2021 14:32

      Gracias Jose. Bien cierto es cuando dices. ¡Un abrazo!

  • Salvador Posted 9 de mayo de 2021 13:12

    Falta que leamos más, más cultura y más sensibilidad.
    Que tengas un buen día

    • Diego Santos Márquez Posted 9 de mayo de 2021 14:32

      Gracias Salvador. ¡Cuanta razón! Un abrazo

  • Helena Olaya Posted 9 de mayo de 2021 13:39

    El Blog de esta semana me trae muchos recuerdos de cuando era joven y utilizaba la Biblioteca, sobre todo para estudiar, encontrarme con los compañeros y tomar libros prestados, pero reconozco que ahora solo la visito para asistir ha alguna actividad programada.
    Los jóvenes de ahora me comentan que no las utilizan porque no encuentran lo que necesitan y prefieren el acceso a ellas por internet , yo particularmente pienso que deberían modernizarse más para que sirva de motivación al publico en general.
    Saludos y feliz Domingo

    • Diego Santos Márquez Posted 9 de mayo de 2021 14:31

      Gracias Helena. Bonita exposición. Un abrazo

  • Cristina Posted 9 de mayo de 2021 13:43

    Buenos días,que hubiera sido de muchos de nosotros sin poder tomar prestado un libro en la biblioteca del barrio,para leer cuando no se podían comprar así como así.
    Creo que la última vez que estuve en una biblioteca pública fue antes del confinamiento,una presentación de un libro de poesías de una paisana.
    En esta bendita ciudad de estudiantes,sigue habiendo bibliotecas por los barrios adaptadas a los tiempos,con zonas para ordenadores,para periódicos en papel y las mesas de siempre para leer y estudiar,con salas para charlas y presentaciones de libros,también se hacen proyecciones de cine al aire libre en verano y mini conciertos,para aprovechar a tope el espacio.
    Las bibliotecas mas cercanas a las facultades,mejor dejarlas para cuando acaba el curso,porque es imposible pillar una silla libre,aún así por ejemplo,la de La Casa De Las Conchas de Salamanca es un lujo,por el edificio en el que se encuentra y tiene muchas actividades.
    El último libro que me llevé prestado ni lo recuerdo.
    Pero son lugares maravillosos donde se puede disfrutar mucho.
    En cuanto a que necesitan para adaptarse a los tiempos ya lo he comentado antes.
    Feliz domingo.😘

    • Diego Santos Márquez Posted 9 de mayo de 2021 14:30

      Gracias Cristina. Muy interesante tu texto. Gracias de nuevo, por compartirlo en el blog. Un abrazo

  • Paco Vargas Posted 9 de mayo de 2021 14:42

    No se puede definir mejor. A pesar de que se lee poco, las bibliotecas son imprescindibles

    • Diego Santos Márquez Posted 9 de mayo de 2021 17:30

      Gracias amigo Paco. ¡Un abrazo!

  • Mercedes Posted 9 de mayo de 2021 19:17

    Hace mucho tiempo que no visitó una biblioteca pública. Fue en mi adolescencia cuando llegaron a ser parte importante en mi vida cotidiana. Gracias a ellas podía tener acceso a los libros que me era imposible adquirir, también fueron lugar de estudio y encuentro con otros estudiantes. Recuerdo con especial cariño la antigua biblioteca de la Facultad de Derecho de la Universidad Complutense con sus largas mesas y las interminables estanterías llenas de libros antiguos encuadernados en piel.Un saludo.

    • Diego Santos Márquez Posted 9 de mayo de 2021 20:56

      Gracias Mercedes. Nos pasa a todo un poco, por eso hoy tocaba hablar de esos templos. Gracias por tu aportación. ¡Un abrazo!

  • Carlos García Calvo Posted 10 de mayo de 2021 12:51

    Hola a todos y a todas!

    Dentro de la pregunta de cuándo fue la última vez que fui a una biblioteca pública, tengo dos fechas importantes.

    La primera, en el verano del 2018. En ese período comencé con los movimientos derivados de una mudanza, con lo que conlleva, la adaptación a la nueva área urbana, luego vino la pandemia….todo se juntó.

    Al final, uno se da cuenta que aunque se produce el alejamiento por causas reales, nos buscamos excusas, que con el tiempo, solucionamos.

    El libro por el que había preguntado en aquella ocasión era “Un féretro en el tocador de señoras”, por Regina Román.

    Ya estando en la actual ciudad, la postrera visita a una de estas casas de la cultura fue a principios de este mes de mayo.

    El motivo era preguntar por una obra literaria de la que me hablaron muy bien. El libro se llama “La biblia de barro”, por Julia Navarro.

    Anteriormente a esta última fecha citada, guardo grandes recuerdos de estos templos, estas casas de la cultura y lectura. Que arropan con su manto a los amantes de la cultura reflejada en palabras.

    Grandes jornadas de estudio cuando era más joven, la preparación para obtener el carnet de conducir, memorables momentos compartidos en el club de lectura e incluso, la suerte de haber realizado jornadas laborales en aquel lugar.

    Lo que yo pienso que le haría falta a las bibliotecas públicas para seguir siendo ese espacio necesario para nuestra formación, es que no dejen nunca de existir. Apoyándolas siempre con el respeto y cariño derivado de todo lo que han hecho por nosotros.

    Y apelo directamente a quién competa, ayuntamientos y/o gobiernos, que no dejen nunca de apoyar a estos organismos fundamentales dentro de la educación y cultura que tanta ayuda y servicio público han brindado y siguen dando a la ciudadanía.

    Porque toda su labor, contribuye a la formación de las personas.

    Un saludo a todas y a todos y muchas gracias a la gran labor del escritor Diego Santos Márquez por proporcionarnos este gran espacio de actualidad para difundir y opinar sobre la cultura.

    ¡Que tengáis una excelente jornada!

    • Diego Santos Márquez Posted 10 de mayo de 2021 18:29

      Gracias Carlos. Muy interesante cuanto expones. Tú también, aportas mucho a este espacio con tu visita y comentarios. ¡Un abrazo!

  • Paqui Posted 13 de mayo de 2021 10:34

    Hace unos días estuve en la biblioteca y elegí “La madre de Frankenstein” de Almudena Grandes.
    A la biblioteca de mi municipio le falta espacio, tanto para poner más estanterías como para los usuarios, pero es lo que hay, a pesar de eso está bastante bien.
    Se hacen actividades en las que hay muy buena participación, como por ejemplo el concurso de cuentos de Navidad, cata de libros, cita a ciegas con un libro.

    • Diego Santos Márquez Posted 13 de mayo de 2021 21:40

      Buen titulo Paqui. ES cierto le falta espacio, y pronto esta previsto que mejore. Pero como bien dices, es una biblioteca pública activa. ¡Un abrazo!

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