Los cuentos o historias infantiles.
Si hacemos un pequeño esfuerzo de recordar cuando nos contaron algún cuento -sí de aquellos clásicos- además de dibujarnos la sonrisa en nuestro rostro, quizás nos haga recordar otras cosas y afloren nuestros sentimientos que siguen guardados, a buen recaudo, en un pequeño rincón de nuestro cerebro.
También ocurrirá algo parecido si recordamos no solo cuando nos leyeron, siendo cuando nosotros mismos leímos, o hemos leído esos cuentos o historias a nuestros hijos, nietos, sobrinos o a cualquier “criatura infantil”.
Y ya que nos hemos metido en este “hoyo”, pues vamos a contarnos algo sobre esto. Sobre las historias o cuentos infantiles clásicos. Para romper el hielo, como se suele decir, voy a comenzar yo mismo.
Peter Pan – sí así de sopetón – es uno de esos cuentos que siempre me gustó. Desde que lo leí –esta historia, no me la leyeron- ha sido uno de los que con más cariño recuerdo y que he tenido la suerte y la ocasión de leérselo a alguien.
Ese país de nunca jamás. Ese niño que no quería crecer. Aquella hadita juguetona, traviesa y hasta enamorada – o así siempre lo he interpretado- de Peter. Sin olvidar a Wendy, su gran amiga. Esta historia tierna y encantadora de ese niño que odia el mundo de los adultos, a la vez que con el polvo que desprende “su hada” le hace volar, y vivir numerosas aventuras junto a sus amigos “los niños perdidos”. Más que un cuento, es una historia, y en su creación fue una obra de teatro cuando su autor Barrie, la escribió.
Me he apasionado y me ido por los “cerros de Úbeda”, pero la pasión por este personaje siempre me ha rondado y, más ahora cuando uno empieza a hacerse mayor. Seguro que tenéis algún cuento o historia guardada en vuestro interior y, que soléis utilizar como recurso a la hora de leerle un cuento o contar una historia a los más “peques”.
Venga, sin cortedad, y con esa travesura infantil que todos conservamos, contarnos que cuento o historia infantil recordáis con cariño y, cual soléis utilizar cuando te ves en la bonita situación de leerle algo a algún niño o niña.
Gracias como siempre, por andar por “estos lares”. ¡Hasta la próxima!
Diego Santos Márquez
14 Comments
Me gusta el cuento “El traje nuevo del emperador”, también conocido como “El rey desnudo”, que es un cuento escrito por Hans Christian Andersen y publicado en 1837. La historia es una fábula con un mensaje de advertencia: «No tiene por qué ser verdad lo que todo el mundo piensa que es verdad».
Gracias Paco. Así es, buena referencia.
Recuerdo siempre que mi madre no me leía los cuentos, me los contaba de memoria, el problema venía cuando yo le daba detalles de uno que me gustaba mucho, para que me lo volviera a contar que se lo había inventado y ya no lo recordaba. Y uno que me leyó antes de que supiera leer y me lo aprendí de memoria como si lo estuviera leyendo con puntos y comas. Ya de mayor me gustan mucho los de Beatrix Potter con sus ilustraciones a acuarela y siempre el patito feo.
Gracias Pilar.
Un cuento que me encantó ya de mayorcoto fué Momo de Michel Ende y la Historia Interminable del mismo autor. También recuerdo haberle contado a mi hijo mayor, cuando éste era pequeñín, un cuento cada noche con personajes que me inventé y que incluían a la Bruja de Colores, el Mago Danzarín y Pepín Aventurero, y con estos personajes viajé con mi hijito a través de cientos de aventuras inventadas sobre la marcha. Qué época de noches de pura creatividad aquella !!!!
Gracias José Vicente. Me encanta “Momo”
Hola Diego!
Me alegra mucho y me da placer leerte.
Me siento orgullosa de tener un primo como tú.
Un abrazo
Gracias prima. Un besote
Tres fueron los cuentos que más me marcaron de pequeña y que contribuyeron a formar los pilares de mi personalidad: La Cerillera de Anderson, El gigante egoísta y El príncipe feliz, ambos del maravilloso Oscar Wilde.
Gracias Maria.
Hansel y Gretel le tengo un gran recuerdo y cariño y también Peter Pan…creo que tengo algo de Peter…por cierto mi lectura es que así seamos mayores debemos tener nuestra inocencia, locura e ilusión día a día por llegar al país de nunca jamas.
Gracias Raùl.
Para ser sincera no recuerdo que de pequeña me contaran cuentos, pero de mayor, durante muchos años, he sido cuentacuentos en la casa de los niños donde han ido mis hijos.
Los cuentos que más recuerdo con cariño y los que más juego me han dado con los peques han sido los tres cerditos y los siete cabritillos. Es maravilloso ver la cara de los niños cuando te escuchan.
Ahora soy abuela y gracias a los cuentos espero que se convierta en una gran lectora
Gracias Ángela.
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