Las novelas eróticas.
Parece que se ha descubierto hace dos días. Sí, cuando ese multimillonario de apenas 27 años le gusta someter a esa chica tímida universitaria a todo tipo de juegos sexuales. Grey, ese personaje guapetón de las “50 sombras De Grey”. Una novela escrita por una mujer E.L. James, y leída por muchos lectores, donde abunda el género femenino. Aunque este es un dato que se aplica a la lectura en general. No estoy nada de acuerdo con algunos comentarios críticos que decía que este tipo de novela “eran para chicas”. Me parece un comentario machista y fuera de lugar. Lo que sí está claro y es evidente es que las mujeres leen más.
Personalmente no me gusto esa trilogía de las “50 sombras…”. Pero pasa como muchos libros que tienen la virtud de hacer leer a quien no acostumbra a leer con asiduidad. Recuerdo de sopetón “El Código Da Vinci”, por mencionar alguno. Y siempre digo igual, bienvenidos todos aquellos que aportan algo para que alguien más se una al mundo mágico de la lectura.
No solo cabe reseñar la novela antes mencionada, en estos momentos donde este género se vende bien, han surgido numerosas. Por citar alguna más: Pídeme lo que quieras de Megan Maxwell; Sorpréndeme de la misma autora; Atada a ti, de Silvia Day…, etc. Esta autora, Megan, tiene un sinfín de libros de esta temática y la verdad que es una de las que más libros venden en esos momentos.
Pero volviendo al inicio del texto, la novela erótica siempre ha estado presente a lo largo de los tiempos. No es un invento de este momento, de estos días. Y prueba de ello es que tenemos verdaderas joyas de “arte”, si me permiten expresarlo así.
1601, es considerada la primera novela pornográfica de la literatura estadounidense, su autor, Mark Twain, el creador de Tom Sawyer, la publicó de forma anónima. Su trama gira en torno a una supuesta reunión entre la reina Isabel I de Inglaterra, el dramaturgo Ben Jonson, el pirata Walter Raleigh y varios personajes de la nobleza, que se entregan al juego de relatar la mayor proeza erótica. Por supuesto, todos mienten y van desgranando una serie de hazañas de lecho cada vez más delirantes, hasta el punto de que las braguetas de los caballeros llegan a derretirse literalmente de tanto bajarse y subirse. El propio Twain se sintió tan incómodo con el impacto provocado por su libro que tardó veinticinco años en reconocer su paternidad.
A lo largo de la historia ha habido muchas publicaciones de este tipo de género, recordando algunas de ellas: “Lolita” de Nabokov, una de las obras cumbres de la literatura. Otras como “Madame Bovari” de Flaubert; “El amante de Lady Chatterley” de David H. Lawrence; “El amante” de Marguerite Duras; “Las edades de Lulú” de Almudena Grandes; “La pasión turca” de Antonio Gala…, etc.
El erotismo y el sexo forman parte de la vida, y es lógico que aparezca en los relatos y novelas. Eso sí, hay que saber darle su punto sino se puede convertir en pornografía. Vamos, como cuando hacemos la comida, en su punto, si nos pasamos pierde su sabor.
Bueno, como siempre, ahora te toca a ti. Dinos algo:
¿Qué te parecen?
¿Te gustan?
¿Nos recomienda alguna?
Gracias por estar. Con vuestras visitas y comentarios este blog va caminando.
Diego Santos Márquez
5 Comments
Muy identificado con tu opinión.. .
Gracias Juan, me alegro. Contento de verte por estos lares. ¡Un abrazo!
Hola Diego.
De todas las citadas, he leído algunas: Lolita, la pasión turca, las edades de Lulú.
Me viene a la cabeza las novelas autobiográficas del gran Henry Miller, con las descripciones de su loca vida sexual en el Paris de los 50 o, por supuesto, las novelas del Marqués de Sade.
Gracias José Vicente. Sí, las del gran Herry Miller son muy buenas. ¡Un abrazo!
Ahora ya no, pero he sido lector de literatura erótica. Mi primera novela El diario de un hedonista, está a caballo de lo erótico y lo negro .Además de Miller, siempre me gustó la primera de Almudena Grandes
Add Comment