Aquellos “Cómics”
Recuerdo con cariño e incluso con algo de nostalgia, aquellos domingo después de visitar a mis abuelos, sacarles algo de dinero, pedirles el resto a mis padres. Cuando lograba tener una recaudación adecuada me asomaba al quiosco de García, en la plaza de Ojén. Allí intentar comprar algún tebeo de los que colgaban en unas cuerdas interiores que sabiamente el quiosquero cambiaba cada semana. Vamos, tal y como hoy en día se cambian los escaparates.
Como por recordar no quede, me viene a la cabeza que una vez los leía, los agrupaba en una bolsa grande, similares a las que hoy en día llevamos para hacer la compra doméstica, a buen recaudo. En ocasiones intentaba cambiar algún ejemplar con amigos o conocidos. Claro, eso de atesorar y guardar tebeos hacía que a veces me perdiese de beber algún que otro “perchelera”, vino de la época, que tomábamos los más jóvenes que queríamos parecer más mayor.
La historieta, tebeo o cómic español, tuvo su boom en los finales de los años setenta. Y la denominación de “tebeo”, en muchos lugares se le denominaba así, viene dada por la revista TBO, una de las primeras de este género en España.
La época que te hablo, mi llegada a la adolescencia, era los tiempos de Mortadelo y Filemón, Zipi y Zape, el Botones Sacarino, Pepe Gotera y Otilio, Rompetechos… Este último era uno de mis favoritos, junto a 13 Rue del Percebe, obras del gran Francisco Ibáñez. Eran de las tiras que me gustaba encontrar en el tebeo semanal, ya que visitar aquellas casas con guasa y humor era algo de obligado cumplimiento. Al menos, para mí.
Luego aparecieron los Cómics, historias que constituyen un relato a través de los dibujos. Ni que de decir, que fue y sigue siendo un recurso educativo, ya que se fomenta la lectura, entre otras cosas. Jabato, Capitán Trueno, los superhéroes de Marvel, llenaron también nuestros rincones y habitaciones.
También el cómic erótico se asomaba en los años ochenta, y recuerdo así de sopetón, a Lucífera, Manolo e Irene, la Judía Verde…
Ellos, los cómics, han logrado estar al lado de cada generación. En estos momentos tiene su público, incluso en los juegos de consolas e informáticos han logrado colarse. Los “Manga”, comic japonés de historietas en general, muy famosas, abarcan una variedad de género y publico diverso sobreviven en estos tiempos con muchísima aceptación.
Y tú, que nos cuenta.
¿Tus primeros cómics?
¿Tus preferidos? ¿Anécdotas sobre los tebeos o cómics?
Seguro que tienes algo que compartir. Y como siempre darte las gracias por “andar” entre estas líneas.
Ah, antes de despedirme dos cosas. Primero disculparme, la semana pasada no se podían poner comentarios, por tema de actualización del sitio. Sé que algunas personas lo intentasteis varias veces, y hubo quién no logró poner su parecer. Y, contaros que “Sorpresas te da la vida” va genial. Se está leyendo bastante, teniendo muy buena crítica. Y eso, si quería compartirlo con vosotros. ¡Gracias!
Un abrazote.
Diego Santos Márquez.
16 Comments
Hola Diego
Yo tengo ( originales) las colecciones completas de TBO , Pulgarcito, Tío Vivo, DDT y muchas más
Y la mayoría de los originales , en francés, de Spirou de los años 40 a 60
Gracias Ángel, se que eres muy lector y coleccionista. ¡Un abrazo!
Buenos días. Recuerdo con cariño los tebeos de mi infancia q me aficionaron a la lectura. Recuerdo con especial cariño los domingos cuando mi padre nos llevaba a mi hermano y a mí al kiosko q había enfrente de mi casa y compraba el periódico “Ya”, para ‘el y tebeos para nosotros, ” El capitán Trueno ” para mi hermano y Sissi” para mí. Eran los años sesenta y para nosotros significaba un regalo maravilloso q esperábamos con ilusión durante toda la semana. Después vinieron todos los demás q mencionas, me gustaban pero para mí Sissi, que contaba las venturas y desventuras de la princesa austriaca era el mejor, quizás por haber sido el primero q leí.Me alegro muchísimo q tenga éxito tu novela. Un abrazo.
Gracias Mercedes. ¡Un abrazo!
Me han encantado siempre, lectura fácil y que te da los personajes dibujados, al contrario de lis libros que lis imaginas tú, pero para comenzar el interés por la lectura y el arte del dibujo es ideal. Aún recuerdo Mortadelo y Filemón o los libros de Esther en mi adolescencia entre otros
Gracias Estefania. ¡Un abrazo!
Mis preferidos,son los que siguen ocupando espacio en mis estanterías,Mortadelo y Filemón y todos sus compañeros de viaje.
Yo no compraba tebeos,pero siempre acababa alguno en mis manos,después de pasar por las de mis hermanos,que son unos cuantos y después no perdí la costumbre de seguir leyéndolos y comprando para mi y para mi hija.
Ahora tengo encuadernados unos cuantos y de vez en cuando los releo para pasar una tarde agradable.
Feliz domingo.😘
Gracias Cristina. ¡Un abrazo!
Buenos días en primer lugar felicidades por el éxito de tu novela, y también por el blog de cada semana, los comics nos han aportado muchas risas con las aventuras y peripecias de los protagonistas como las hermanas Gilda, dos hermanas solteras llamadas, Leovigilda y Hermenegildo, de la colección Olé, no me he olvidado de los nombres porque aún sigo llamando de broma Hermenegilda a mi hermana, gracias y feliz Domingo
Gracias Helena. ¡Un abrazo!
Hola. Pues a mí los tebeos me han acompañado desde que aprendí a leer, primero con los tebeos de Walt Disney del pato Donald, tío Gilito o los golfos Apandeadores, después con las tiras de dibujantes españoles, como Ibáñez y demás,( El cegato de Rompetechoscera mi preferido) o los tebeos de Azañas Bélicas, y más tarde , ya de joven adulto, con los cómics undergrounds de los setwnta: el Víbora y Star, con muy buenos y creativos dibujantes ( coleccioné decenas de ellos durante años). Así que los cómics precedieron, en mi caso, a la aficion por la literatura, que ne vino más tarde.
Gracias José Vicente. A mi, Rompetechos me divertía muchísimo.
¡Un abrazo!
En primer lugar felicitarte por tu novela.
Los tebeos que leía eran los que había para niñas, los otros no me gustaban aunque con los años conseguí leerlos.
Gracias Paqui. ¡Un abrazo!
Yo me acuerdo de los tebeos, desde muy pequeña mi madre me contaba las aventurillas como si fueran cuentos, y muchos años después comentabamos los que no habían caido en el olvido y nos reiamos mucho.
Gracias Pilar. Es cierto, que nos trae buenos recuerdos los tebeos. ¡Gracias!
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