GEORGE SAND. (Diego Santos Márquez)

La escritora con nombre masculino.

El otro día salí a caminar. Era domingo, es de esos días que me gusta andar durante algo más de una hora por la montaña. Como era costumbre, llevaba la radio puesta e iba oyendo algunos “podcasts”. Si hay alguno que no me suelo perder es “Un libro, una hora” de la cadena SER. Y de eso vengo hablaros.

Ese día hablaba de una novela corta. Decía, una novela romántica en la forma, pero no tanto en el fondo. Con esa frase algo más que enigmática comenzaba aquel domingo el programa. La novela habla sobre las pasiones, y en ella la autora nos cuenta convencida que, en cualquier época y lugar, los hombres y las mujeres actúan movidos por parecidas pasiones.

Sí, la autora. Ella se esconde bajo este seudónimo de George Sand. Su nombre Aurore Dupin, francesa y fue una escritora incansable y una fervorosa luchadora por los derechos del pueblo, la libertad individual y la igualdad de sexos. Una mujer que desafió las convenciones sociales y que triunfó como escritora. Vestía pantalones, escribía novelas, se divorció en 1936 consiguiendo que su exmarido le devolviera la hacienda y la administración de sus propiedades.

Pero vamos a la literatura, a los libros que es lo que nos hace encontrarnos en este lugar, en 1833 publica “Lavinia”, la obra que tuve ocasión de oír en podcast, y luego leer. Ya que me dejo tan buen sabor de boca, que quise perderme entre los renglones de su historia. Una joven de origen portugués y su primer amor, un aristócrata que la abandona tiempo atrás y que luego por circunstancias se encuentran nuevamente.
Lavinia, es una novela corta deliciosa, con una protagonista femenina inolvidable, muy potente, moderna, divertida y sabía. Nos cuenta cosas del amor, del pasado que nunca volverá, de los amores perdidos, del dolor y de cómo vamos construyendo nuestro propio futuro.
Se ve, que conoce el lenguaje del amor a pies puntilla. Sabe todo lo que encierran las declaraciones, los juramentos, los gestos, la impaciencia y también los silencios. Y como narradora, sabe lo que los protagonistas no saben todavía, lo que hace que veamos y estemos pendientes a las reacciones del elenco de personajes que se asoman a esas páginas.

Otros libros de Georges Sand: La niña duende: si las Mujeres mandasen; Indiana; el Bosque de Fontainebleau; Las pasiones de Madame Delmare; Un invierno en Mallorca… entre otras. Fue, sin lugar a dudas, la escritora más destacada del siglo XIX. Y con esta obra, logra una historia repetida, inmortal, con un mensaje que flota en el ambiente: siempre habrá algo que amar en la tierra. Fue muy admirada esta escritora por Gustave Flaubert, que le dedico más que algún elogio, entre los que decía que “estaba dotada de un genio narrativo fuera de lugar”.

Otro dato, ya más personal de ella, es que tuvo una relación con Chopin. Un amor apasionado que terminó con una fría despedida. El músico cada vez más delicado y con un temperamento que había que aguantar, quiso mediar en la relación que tuvo la hija de ella con un hombre con una diferencia de más de catorce años, y aquella intervención puso punto final a la relación entre Sand y Chopin.

Bueno, te reconozco que no conocía nada de ella, y por eso me gusta traerlo aquí y compartirlo con mi gente del blog. Me pareció muy curiosa esta escritora con nombre masculino, y me pareció su obra Lavinia, después de oírla y leerla, una genialidad que merece la pena leerla y disfrutarla.

¿Y tú, la conocías?

Gracias una vez más por acompañarme, con tu presencia logramos que el blog pueda mantenerse activo y cada domingo “hablar” de algo que habitualmente no comentamos.

Mil gracias. ¡Hasta la próxima!

Diego Santos Márquez.